Discografia Queen

 Estas son las 5 canciones mas famosas del grupo Queen


 

  
arte de tapa del disco a day at the races de queen

5. A Day at the Races

1976 - EMI

George Harrison dijo alguna vez que Rubber Soul y Revolver de The Beatles eran en realidad un mismo álbum pero publicado por separado. Lo mismo puede aplicarse a A Day at the Races en alusión a A Night at the Opera, desde la obvia referencia en la portada del álbum hasta su título, también tomado de una de las películas de los Hermanos Marx. La paleta musical, una vez más, es variada y colorida: con condimentos pesados, baladas, un vals, números quasi-acústicos y un genial primer guiño a la música negra en la carrera de la banda (“Somebody to Love”), Queen se eleva estelarmente y continúa bebiendo las mieles de su cenit comercial.
 
 
 

arte de tapa del disco sheer heart attack de queen

4. Sheer Heart Attack

1974 - EMI

Sheer Heart Attack es la culminación del sonido de Queen, el disco con el que la banda alcanzó una síntesis consistente y logró su definitiva identidad musical. Abriendo con “Brighton Rock”, cuyo solo es uno de los más largos del entero cancionero Queen, May nos deja bien en claro que es uno de los mejores guitarristas de su generación (y de todos los tiempos, claro). Queen afianza la mixtura del rock pesado y el metal con números melancólicos, como es el caso de “Dear Friends”, una canción de despedida (de igual inserción que “Nevermore” en Queen II), que contrasta directamente con la jocosa “Misfire”: la primera prueba de John Deacon como compositor.  

Gracias a “Killer Queen”, el primer single del disco, en perfecta clave glam y pop, Queen alcanzó el anhelado despegue comercial, lo que les permitió dejar finalmente de ser una banda soporte para encabezar sus propias giras. Este descubrimiento definitivo de su impronta los invitó a explorar nuevos terrenos como es el caso del ragtime “Bring Back That Leroy Bride”, con Freddie explotando el recurso jazzero del scatt por primera vez.
 

arte de tapa del disco queen ii de queen

3. Queen II

1974 - EMI

Queen II es el clásico de culto por excelencia de la agrupación. Tan solo en su segundo disco, el sonido de Queen se consolida casi en su plenitud, en donde la fantasía y lírica son aún más elaboradas que en el álbum previo. Queen II se divide en un “lado blanco” —con fuerte presencia de guitarras— y un “lado negro” —con fuerte presencia de arreglos vocales—, que corresponden respectivamente a los compositores (hasta el momento) más sobresalientes del cuarteto: Brian May y Freddie Mercury.

Abriendo con un fantástico instrumental íntegramente interpretado por May— su primera composición editada de este estilo— Queen nos inserta en una atmósfera particular. Por su parte, “Nevermore” adelanta por primera vez la quintaesencia de Mercury: una balada estremecedora acompañada de un piano, su voz aterciopelada, más arreglos vocales. El outro de “The March of the Black Queen”, probablemente la composición más compleja de Queen, nos acerca a lo que luego sería el final de “Bohemian Rhapsody”. El disco significa una gran obra de experimentación que por primera vez pudieron dar vía libre, cualidad destacable sobre todo considerando la limitada la tecnología de la época. Quizás esto explica el por qué de las pocas interpretaciones en vivo de esta colección.

Queen II también tiene algunos primeros intentos de vinculación con David Bowie: siendo uno de los artistas del momento —y de los más admirados por la banda— querían que el legendario artista lo produjera, pero no fue posible. Además, gracias a la ausencia del solista en una aparición en el programa televisivo Top of The Pops, Queen pudo ocupar ese vacío interpretando una nueva versión de “Seven Seas of Rhye”, lo que les ayudó a lograr su primer hit.
 

arte de tapa del disco the game de queen

2. The Game

1980 - EMI

Queen ingresó vigorosamente al nuevo decenio con The Game, un álbum que simbolizó la triunfal conquista de la banda en Estados Unidos, que no se había demostrado tan receptivo al cuarteto (nunca figuraron en la portada de la Rolling Stone, por ejemplo) en comparación con Europa, Japón y Latinoamérica. A su vez, su gira promocional fue el primer contacto que el grupo tuvo con su público latinoamericano (y en algunos casos el único) sellando un lazo a fuego. 

En este reinicio de una nueva Fase Imperial, Mercury se destaca con dos fantásticas power-ballads, además de un magistral homenaje al rockabilly de los años cincuenta que como hit contribuyó al revival del género a principios de aquella década. En cuanto a May, nunca escatimará de espléndidos riffs, como es el caso de su canción “Dragon Attack”. Siguiendo la línea trazada por Taylor, la música disco se transparenta cabalmente con “Another One Bites the Dust”, cuya emblemática línea de bajo está inspirada en "Good Times” de la seminal banda disco Chic. Con este tema, Deacon reafirmó su superlativa capacidad de compositor, contribuyendo hasta entonces con el hit más grande de la banda, particularmente en EE.UU. No fue otro que Michael Jackson —gran admirador de Queen— quien los aconsejó de publicarla como single: la corazonada del Rey del Pop dio perfectamente en el blanco. Queen, una vez más, se convirtió en la banda del momento.

 

1. A Night at the Opera

1975 - EMI

A Night at the Opera es la obra magna de Queen. Es el primer disco en el que la banda despliega su amplia versatilidad, con números viscerales y ruidosos, homenajes a la música popular de inicios del siglo XX (como el music hall y la música de cabaret), además del folk, el rock progresivo y la música pop. Es también el primer álbum en el que John Deacon sorprende al constituirse como un cuarto compositor en la agrupación y logrando su primer hit radial con "You're My Best Friend". Figura aquí, además, "Love of My Love", la primera canción hecha un himno de la banda que a pesar de no haber sido fue publicada como single. En "The Prophets Song" —la de mayor duración de su entera discografía con ocho minutos— Queen despeja cualquier duda sobre la utilización de la voz humana como un instrumento más con protagonismo y lucimiento propio. 

La ópera como género era una de las músicas más amada de Mercury, precisamente por la unión imperfectible entre lo teatral y lo musical. Debido a esto, la selección del título adquiere una particular connotación. Y aquí es cuando nos adentramos en "Bohemian Rhapsody": una pieza en que la noción tradicional de la canción es absolutamente transgredida y que representa uno de los picos máximos alcanzados por la música popular post-Beatles.

"Escenio" es un concepto acuñado por Brian Eno para referirse a la inteligencia creativa de una comunidad en un momento determinado, de la que deriva el genio en términos individuales. Queen, inmersos profundamente en ese escenio, capturaron a la perfección la efervescencia de su tiempo que pululaba por el aire de la sociedad. A Night at the Opera es un trabajo íntegro de su tiempo, una puntería directa al zeitgest del momento. El instrumental de guitarra titulado “God Save the Queen” cierra solemnemente (pero a su vez con un dejo de humor) este opus. Dios salve a Queen.

 

arte de tapa del disco a night at the opera de queen

 

 

 

 

 

 

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